INTRODUCCIÓN

El comercio electrónico se constituye hoy en un hecho innegable e irreversible, con gran impacto sobre las actividades económicas y sobre el marco social en el que se desarrollan.

Aunque mantiene ciertas analogías y similitudes con el comercio tradicional, dentro de su contexto los actores pasan a cumplir nuevos roles, operando en un nuevo ámbito y siguiendo los lineamientos de nuevos principios.

Esta nueva forma de comercio que utiliza la tecnología como herramienta de operación, necesita no sólo del análisis de nuevos procesos especiales sino también del replanteo de los procesos tradicionales y de la elaboración de un nuevo marco legal.

Importante es el papel del Estado como generador del marco regulatorio que establezca las normas adecuadas y que contemple aspectos como la seguridad en las transacciones y la protección de los derechos de autor, permitiendo así el crecimiento del comercio electrónico en un mercado sin límites que hace virtualmente posible superar las barreras del tiempo y del espacio.

Así mismo, el sector privado, especialmente el conformado por las pequeñas y medianas empresas, encuentra en el comercio electrónico un escenario de amplias oportunidades como así también de grandes desafíos. La actualización tecnológica y su rápida inserción y adaptación al nuevo contexto, serán factores decisivos para definir el rumbo y futuro de parte importante de esas.

El desarrollo de nuevas tecnologías, la liberalización del mercado de las telecomunicaciones y las grandes inversiones realizadas en este sector, han permitido que la capacidad y el volumen de las comunicaciones se expanda de una manera revolucionaria. Gracias a la disponibilidad de recursos, empresas y la capacidad única de interacción, el mundo actualmente es un "todo" integrado.

Para un mercado sin límites y que se extiende a todos los rincones del planeta, una nueva modalidad de comercio se presenta bajo el concepto de "comercio electrónico", que hace virtualmente posible superar las barreras del tiempo y del espacio. Permitiendo la transmisión digital de información de manera descentralizada, el desarrollo de Internet a finales de los años sesenta y el perfeccionamiento de sus servicios desde la aparición de la Red de Redes en los años ochenta, se constituyeron en los pilares básicos para el despegue del comercio electrónico.

En el contexto de la tecnología digital, el comercio electrónico dejó de ser una oportunidad para convertirse en un requerimiento más a los fines de poder operar.

Ya no es una opción sino una necesidad. Participar de él permitirá mantener (o mejorar) la competitividad general de personas, empresas, regiones y países. Mantenerse al margen será sinónimo de aislamiento y, probablemente, ostracismo económico y social.

A pesar que esta forma de comercio representa tan sólo una mínima parte del comercio total menos el 0,5% del total de operaciones comerciales en los países industrializados (OCDE [1999]) se espera que en un futuro constituya una parte significativa.

No debe olvidarse que ya existe toda una generación de personas aquellas que actualmente tienen entre 1 y 21 años para quienes manejar artículos electrónicos forma parte habitual de sus vidas.

Ellos han tenido que usar una PC durante su educación, observan el funcionamiento de Internet como algo normal y se adaptan con gran facilidad a los continuos cambios de la oferta tecnológica.

Esta generación ha estado expuesta al fenómeno de la globalización y, por lo tanto, la posibilidad de interactuar con personas o empresas ubicadas en cualquier rincón del planeta se les presenta y la perciben como un aspecto de su realidad cotidiana.

Lo que antes era un fenómeno aislado y particular como los "amigos por correspondencia" lo viven como un hecho diario gracias a los foros de discusión, los chat rooms, etc. Actualmente, el mayor volumen de comercio electrónico se produce en EE.UU. que concentra, por lo menos, un 75% del total de las operaciones registradas de comercio electrónico.

Al contar con la más amplia infraestructura para el desarrollo de dicho comercio, la mayor cantidad de servidores aptos para el comercio electrónico (al menos el 75% del total mundial -fuente: Netcraft-), la mayor cantidad de empresas proveedoras de dicho servicio y la mayor cantidad de usuarios y de hosts (aproximadamente un 60% del total mundial), EE.UU. es el país que lidera el mercado.

La realidad es más compleja para aquellos que todavía se encuentran tratando de asimilar la era digital y la necesidad que ésta genera de formular una estrategia para responder por esto y muchas razones más trabaje en el desarrollo de un website de e-commerce basándome en un prototipo para el Restaurante Desayunos Tony.